viernes, 23 de abril de 2010

Serafín Núñez hace balance del Trafalgar

Por Rocío Barrado, Mª Carmen Reyes, María García, Cristina Rubio.

Serafín Núñez estuvo al frente de la alcaldía de Barbate en dos épocas, que abarcaron desde 1979 hasta 1990 la primera y desde 1995 hasta 1998 la segunda. Fueron años que coincidieron con un gran crecimiento en el centro promovido en primer lugar por un dinamismo muy pronunciado por parte del director, Don Victoriano, y sobre todo por una positiva participación del APA del centro compuesto por un amplio sector de padres y profesores, cuya visión sobre el futuro del centro era muy clara. También los medios económicos destinados a infraestructuras aportados no sólo por el ayuntamiento, sino también por otras instituciones como la delegación provincial, fueron fundamentales para su desarrollo, teniendo en cuenta las difíciles circunstancias de un centro destinado a ser el primero de la comarca de la Janda que contaba con Bachiller.
Los comienzos a finales de los sesenta fueron difíciles. Se inició el proyecto con el objetivo de aglutinar en Barbate a todos los estudiantes de bachillerato no sólo del pueblo, también de Vejer, Conil, etc, de la misma forma que Vejer aglutinaría a los alumnos de la formación profesional, pero no fue así. El número de alumnos no fue tan numeroso como se pensaba, las unidades concedidas por el encargado de la unidad de política municipal del Gobierno Civil no correspondía con el diseño que elaboró el delegado provincial, Pedro Valdecanto, junto al entonces alcalde de Barbate don Alfonso Bos Moreno, los profesores encargados de impartir las materias fueron seleccionados de entre personas cualificadas del pueblo que trabajaron voluntariosamente para poder alcanzar los objetivos propuestos… de ahí que se pueda hablar de una verdadera labor de equipo, resaltando nombres como Juan Picaso, Juan Luis Lara Palma , García Santa Cruz y muchos otros, incluido el primer jefe de estudios, José Mª Orozco, el presidente del APA, Sebastián Infante, y profesores veteranos como los hermanos Casas, Victoriano o el recordado Javier Velázquez, cuyas labores como docentes han sido fundamentales para este centro.
Por aquellos años setenta y ochenta Barbate era uno de los pueblos con menor número de alumnos universitarios; no todo el mundo podía costearse unos estudios y había que apoyar la enseñanza del bachillerato en el pueblo; por eso el ayuntamiento intentaba aportar fondos en infraestructuras y en actos culturales y excursiones, con el fin de fomentar los estudios en el pueblo. Eso, junto a la buena relación entre alumnos de Barbate y Vejer basada en el entendimiento y el diálogo, hizo que el ambiente y la vida del centro fuera muy rica. Desde luego fueron buenos años, pero a nivel global hemos vivido también en estas últimas décadas un gran avance.

viernes, 16 de abril de 2010

Mª José Soriano, en el centro rodeada de sus polluelos, alumnos de Barbate y Vejer. ¿No era este grupo el que decía que la Soriano mezclaba su acento cordobés con un curioso deje catalán? ¿No eran estos los que fueron a Galicia de viaje de fin de curso?... Mª José mira la foto y recuerda nombres de compañeros de trabajo y anécdotas de sus alumnos. Mira la foto, recuerda y se emociona....